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El libre albedrío: una capacidad intrínseca del ser humano

  • la escribidora
  • 7 ago 2020
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 25 ago 2020




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Al mencionar la palabra destino, pensamos en aquel lugar donde alguien se dirige, y que, por creencia o por concepción social, ya está predeterminado. Desde las creencias de la religión, el hombre ha sido creado para conocer y amar a su creador. Para ello, el ser humano debe demostrar con sus actos en la tierra que es digno del paraíso al que llegará después de su muerte. Si no, será condenado por sus acciones en la tierra. Estas creencias han sido para muchos un manual de vida, impuesto por la sociedad que les ha demostrado que es el bien y el mal, que comportamientos pueden seguir y los que no. Pero esto no ha sido totalmente obligatorio, cada uno es libre de elegir si desea o no invocar estas normas sociales y religiosas. Por tanto, la sociedad no influye en las decisiones del ser humano; es el individuo mismo quien construye su propio destino.


Para comprobarlo, nos referimos al pensamiento filosófico avanzado por Arthur Schopenhauer en su libro El arte de sobrevivir. Este pensador fue considerado uno de los filósofos más brillantes del siglo XIX y sus reflexiones aún están vigentes. Por otra parte, este pensamiento se enfrentará al de Epicteto, filósofo griego de la escuela estoica, que fue principalmente un moralista, convencido de que el hombre debe demostrar su valor en la vida cotidiana. Estos pensamientos servirán de referencia para determinar si la sociedad puede influir en la acción de los individuos. Por otra parte, estos pensamientos serán contrastados con las acciones llevadas a cabo por los personajes de la película francesa Divines, tomando el arte como un mimesis de la realidad.


Desarrollo


En una sociedad tan desigual como la actual, se nos ha hecho creer que nuestro destino depende del contexto en el que hemos nacido. Por lo tanto, los que nacen con privilegios están autorizados a elegir el camino de vida que desean recorrer, la profesión a seguir, sus pasatiempos y sus pasiones. Por otro lado, están los menos favorecidos, que deben contentarse con lo que la vida les reserva; acceso limitado a la educación y al entretenimiento. Pero esto no es del todo cierto, porque la historia nos ha demostrado que es el individuo mismo quien puede construir su destino, a pesar de las condiciones sociales en las que ha vivido. De ahí la división de las percepciones sobre el porqué de la vida.


Sobre esto, sostiene Schopenhauer (2013), que; la existencia aparece como una tarea, en la que lo importante es saber "ganarse la vida". Después de eso, lo que has ganado se convierte en una carga y aparece una nueva tarea, la de hacer que lo que has ganado no se note, de lo contrario sería una carga. Por lo tanto, la vida del hombre se basa en el deseo y el trabajo para conseguirlo, a veces como debe ser. En palabras del propio Schopenhauer, esto hace de la vida una servidumbre feudal a satisfacer. Por eso hace pasar la vida por una deuda adquirida desde su nacimiento que le lleva a vivir, a sufrir o a morir.


Dicho esto, la vida del ser humano sería entonces un camino incierto que nos conducirá siempre a querer cosas, a trabajar por ellas, a obtenerlas, a veces no, y a recomenzar el círculo. Así que no importa si un individuo nace con ciertos privilegios o no, siempre tendrá en su ser una necesidad que no se llena. Por lo tanto, la felicidad de los placeres es engañosa, a veces obtenerlos no nos da esa felicidad que buscamos y termina por pesar más sobre los problemas que siguen planteándose a lo largo de la existencia.


Por lo tanto, cada persona debe decidir cómo va a lograr lo que necesita para su desarrollo personal. Se ha hablado mucho de los comportamientos de algunas personas que desesperan por mejorar sus condiciones de vida. Algunas personas culpan a la sociedad, al gobierno o a sus familias de sus fracasos. Sin embargo, como sostiene Schopenhauer (2013), nada de esto cambia el hecho de que no se haya alcanzado el objetivo de la existencia, que es ser feliz, es lo que a menudo hace que las reflexiones sobre la vida sean muy tristes. Esto frustra a la persona y la culpa del entorno en el que vive de sus desgracias.


Es entonces cuando el ser humano comienza a preguntarse por qué hace esto y si los esfuerzos que hace le servirán de algo. Es por eso que la mayoría de la gente está atraída por la miseria en sus vidas sin poder ser juzgados (Schopenhauer, 2013, P.40). Esto hace que el individuo quede ciego, lo que le lleva a querer alcanzar su objetivo como debe ser, y si se le presenta algún tipo de obstáculo, intenta deshacerse de él de todos modos posibles .Es allí donde debe tomar decisiones importantes que a menudo cambian radicalmente su futuro.


Contrariamente a lo anterior, algunos anteponen la moral a su propio interés. Esto les lleva a basar la construcción de su vida en lo que la comunidad en la que viven establece como "bueno o malo". Más vale morir de hambre y sin miedo que vivir en la abundancia, atormentados por la inquietud, el miedo, la sospecha y el deseo desenfrenado (Epicteto, 2011. P.13). Por esta razón, muchas personas dudan en hacer lo que consideran incorrecto o en otras circunstancias prefieren elegir el camino de la derrota en lugar de romper con los límites establecidos por esta misma sociedad.



Sin embargo, si bien la cultura fomenta este tipo de comportamiento moral, en última instancia es el individuo quien toma las decisiones. Menciona Epicteto (2011): Tu voluntad está siempre bajo tu poder en verdad nada te detiene. Nada te detiene realmente, puesto que tu voluntad está siempre bajo tu control. (P.11). Lo que ya se ha dicho demuestra que, si bien el entorno en el que estamos inmersos no nos muestra los caminos a través de los cuales podemos vivir nuestras vidas, en última instancia es responsabilidad de cada individuo elegir cuál de ellos va a recorrer. Por eso Epicteto (2011) declara:

La vida prudente se rige por la razón. Es importante aprender a pensar con claridad. El pensamiento claro no es una empresa aleatoria. Eso requiere una buena preparación. Con un pensamiento claro, somos capaces de dirigir la voluntad, de ser fieles a nuestro verdadero designio y de descubrir los vínculos que nos unen a los demás y los deberes que de ellos se derivan. (P.52).


Ciertamente, las determinaciones por las que se inclinan las personas deben ir siempre acompañadas de una reflexión que les permita, en la medida de lo posible, evitar hacer deducciones y sacar conclusiones sobre lo que ello aportará a sus vidas.Así pues, es a partir de la individualidad del ser humano que se toman las decisiones que afectan directamente el curso de su vida. Si bien es cierto que la sociedad en la que vivimo influye en muchos de nuestros comportamientos y actitudes, es el ser humano quien tiene libertad de decidir lo que quiere hacer con su comportamiento. Esta dualidad entre la moral y el libre albedrío, podemos la ver claramente reflejada en el cine. En la película Divines, dirigida por Houda Benyamina. Cuenta la historia de dos amigas: Dounia y Maimouna, dos adolescentes de los suburbios parisinos, dispuestas a hacer cualquier cosa para tener un estilo de vida lujoso y diferente de la realidad que viven.


La protagonista de esta historia, Dounia, es la muestra de la infelicidad, Desprotegida por la sociedad, de origen magrebí, hija de una mujer alcohólica y desempleada, que parece una adolescente más. Por su parte, Maimouna, la coprotagonista, pertenece a una familia tradicional, respetuosa y religiosa, que pretende velar por la educación de su hija. Estas dos jóvenes decidieron primero robar de un supermercado y vender lo que habían robado fuera de la escuela donde estudian, para poder escapar de sus necesidades.


Sobre lo anterior, se puede constatar que desde el primer momento, estas niñas deciden seguir el camino de la ilegalidad. Una está motivada por sus necesidades, la otra por acompañar a su mejor amiga y su incomodidad en la vida que lleva. Pero Dounia toma decisiones que más tarde pesarán sobre lo que será el desenlace. Su deseo de ganar dinero rápido y fácil la empuja a abandonar sus estudios, en medio de un animado debate con su profesora:


Profesor: ¿Qué quieres hacer en tu vida?

Dounia: - Como todo el mundo... (en inglés) money, money, money).

Prof: - Eso es exactamente lo que te propongo: cómo hacer dinero.

Dounia: ¿Hay muchos millonarios trabajando de recepcionistas?

Profesora: Hay mucha gente buena.

Dounia: - Ahí no hay millonarios

Prof: - ¡Mierda! ¡Estoy tratando de ayudar!

Dounia: ¿Qué hay de los lacayos de la sociedad?


Lo anterior demuestra que Dounia tenía acceso a la educación y que su maestra se esforzaba por demostrarle que para obtener beneficios duraderos y contribuir a la sociedad era necesario hacer esfuerzos. Sin embargo, la protagonista de esta historia no estaba de acuerdo. No solo dejó la escuela, sino que empezó a trabajar con una distribuidora de drogas llamada Rebecca. Esta le da trabajo a Dounia, le propone robar gasolina y vender alucinógenos. Sin embargo, lo que parece una buena solución y dinero fácil serían decisiones que conducen a Dounia a un camino sin retorno solo con la esperanza de encontrar la fórmula para salir de la marginalidad y poder vivir una vida más cómoda.


Por eso, al recibir el dinero de sus crímenes, Dounia parece más motivada. Ahora, puede darle a su madre algunos regalos que ella no podía ofrecerle antes. Su vida comienza a ser lo que quería. Si bien es cierto que las precarias condiciones en que vivía Dounia la han llevado a sentirse insatisfecha con su entorno, es ella quien ha fijado su mirada en el camino de la delincuencia, que a primera vista aparece como una forma fácil de escapar de la realidad que no le gusta. Pero al final, esta facilidad no es más que ilusoria o momentánea. Dounia tuvo que pagar el precio de sus decisiones. Rebecca le propone robar a Reda, un poderoso narcotraficante. Eso, porque Dounia era una joven atractiva que podía seducirle. Pero el plan no salió como se esperaba y Dounia tuvo que matar a Reda para escapar.


Pero para Dounia, todo sería complicado. Después de tomar el dinero de Reda, decide quedárselo y huir. Pero Rebecca, decide secuestrar a su amiga Maimouna como medio de presión para que Dounia le devuelva lo que considera que es suyo. A su regreso, Dounia, que había decidido dejar parte del dinero en casa de su madre, se enfrenta a Rebecca que, en medio de la disputa, provoca un incendio del que no pueden escapar y donde Maimouna muere finalmente.


Este resultado fatal demuestra que las decisiones de Dounia han cambiado irremediablemente su destino. Por un lado, había el deseo de riqueza material, el deseo de conseguirlo todo de la manera más rápida. Sin la compañía de su amiga, sin el dinero y sin su anfitrión, la vida de Dounia no tenía sentido. Es entonces cuando las palabras de Schopenhauer (2013) adquieren todo su sentido: La vida del hombre fluye sin cesar entre querer y alcanzar. El deseo es por naturaleza dolor.


Conclusión


Por lo tanto, se puede concluir que, si bien en la sociedad actual existen desigualdades que dan mejores oportunidades a unos que a otros, ello no garantiza que un individuo mejor situado tome mejores decisiones. Por un lado están los que, bien que privilegiados como Maimouna, no están satisfechos con su vida y deciden tomar decisiones para cambiar aquello a lo que no se resignan. Ya sea por sus propias convicciones o por este deseo de llenar el aburrimiento de una vida trivial tan mencionada por Schopenhauer.


Por otro lado, están los pasillos infelices. Aquellos que creen tener derecho a obtener todo lo que la vida les ha negado: dinero, lujo, prestigio o fama. Al igual que Dounia, que con una rabia contenida, decide tomar el camino de la ilegalidad para poder tener todo lo que desea, incluso arrastrando con ella a su mejor amiga y llevándola a la muerte. Si es verdad que la diversidad del contexto social influye en la formación del carácter de las personas, el ser humano, en su búsqueda de lo que cree, lo llevará a la felicidad, es dueño y autónomo en la toma de decisiones que afectan directamente su vida y no la sociedad que la influencia a hacerlo. Por eso debemos ser conscientes de que cada decisión puede llevarnos a construir una persona que contribuya a la sociedad o simplemente sin futuro.




Referencias bibliográficas


Benoît Créancier, M (productor) y Houda Benyamina. (director). (2016). Divines [Film]. Francia: Easy Tiger, France 2 Cinéma , 4France Télévisions.


Epicteto (2011) Un manual de vida; Epicteto; una nueva interpretación por Sharon Lebell; traducción de Borja Folch. Editorial: José J. de Olañeta. Palma de Mallorca, España.

 
 
 

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