Epifanía
- la escribidora
- 20 oct 2020
- 1 Min. de lectura

Angst . Alfred Kubin
Estaba postrada sobre el borde de la terraza.
Abrillantada con la luna,
arropada con una blanca bata.
Su pelo era el musgo que decoraba su espantosa cabeza.
No me miraba,
mientras a mi lado él me decía
con aterradora afabilidad:
¿Quién no se enamoraría de ella?
Él Me abrazaba, pidiendo ayuda
y a la vez quería sucumbir en sus brazos.
En la ventana hasta el viento soplaba, temeroso.
y la oscuridad se tornaba borrosa.
Ella no me miraba,
pero me sentía,
quería convencerme.
¿Quién no se enamoraría de ella?
Él me miraba, pidiendo amparo,
mientras mi mano se astillaba y se caía.
En la ventana hasta la luna lloraba, amedrentada.
y las sombras se transparentaban.
Ella me miraba,
en mi espalda la sentía,
quería envolverme.
¿Quién no se enamoraría de ella?
Él gritaba, con gran entusiasmo,
mientras su mano me rosaba, me desprendía.
En dos segundos de fulgor
al lado de tal espanto, tremebundo.
viendo mis pies en el vacío.
él me devolvería al mundo.
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